lunes, 20 de septiembre de 2010

Almas encontradas.


Cuenta la historia de un alma muy pura que transitaba por caminos de distinta naturaleza. Esta alma volaba sin vacile hasta que un día se encontró con otra alma, tan pura como lo era ella.

Sucedió algo indescriptible.
Los árboles fueron capaces de sacudirse y gracias a ellos existió el viento. EL cielo azul izo andar de pronto con gran velocidad sus nubes.

EL sol brilló como nunca y la luz que de allí en algún lugar creció y creció fue guardada en el corazón de estas 2 almas.

De pronto fueron UNO SOLO.

UNA LUZ BLANCA Y ROSADA Y VERDE E INDIGA.

todos los colores, el planeta entero creció ese día, y esos días y esas horas.


De pronto ambas almas se dieron cuenta de que tanto una como la otra habían no solo compartido una revelación sino que también ahora eran más grandes como personas.

Una de ellas supo que aquello que habían encontrado podía llevarla a otros lugares y hacer crecer esa luz en muchos otros rincones.
Quiso partir.

Pero la otra alma jamás había experimentado algo tan facinante y luego de aquel encuentro no dejó de pensar en ello.
Pasaron las horas, los días y su mente estaba sumergida en ese sueño.
En esa ilusión.


El tiempo sin embargo es muy sabio, pues gracias a él esta otra alma entendió lo que la otra ya había entendido mucho antes.

Entendió que la vida continúa, y que las emociones más grandes pueden crear ilusiones tan hermosas que pasan a ser impedimentos para crear nuevas energías en otros lugares, en otros momentos, con otras almas, con otras energías.

El universo mueve nuestras almas en diferentes direcciones.

Chocamos unas con otras.

Y de seguro volveremos a chocar algún día.

Pero el viento de la vida sopla y sopla y sopla. Y cuando un alma se conecta de verdad, ya no puede apegarse a las ilusiones, y vuela como una danza.

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