Notas de luz, para armonizar un día que tiende a estar desequilibrado, creciendo, sintiendo ese amor, esa vibra de luz, de buena intención. Casi gritando, como desfallecer, y florecer al mismo tiempo. Unas canciones improvisadas hacen que me centre. Luego avanzo, y sintonizo con mi templo. Con el latir del corazón, la presión en el pecho, la frecuencia del cosmos.
Así hoy pedí ayuda a aquellos mensajes de luz que tan bien me están haciendo en estos momentos de tantos cambios frecuenciales.
Me ayudan a intervenir en esos desordenes en la familia, y a por supuesto no perder la cabeza.
Consciencia en armonía con el cosmos para permanecer en la luz, cantando, observando, amando lo que me rodea con tal de no dejar espacio al pensamiento ocioso, o mal intencionado.
Consciencia del mismo pensamiento.
Consciencia y voluntad para llevarlo sobre la línea de la oscuridad.
Así es como e aprendido a reconocerla, como una especie de escalón que delimita la luz de la oscuridad. Cuando estamos bajo ese escalón, no hay nada más que problemas, y cuestionamiento, una angustia que no sabemos que es y tal vez ni siquiera sabemos que está ahí haciéndonos sentir tan mal. Esto, cuando no sabemos siquiera que está ahí, y tratamos de ignorar esta angustia, es aun peor, ya que no luchamos por nuestra vida.
Si es un buen ser, con buenas herramientas, y capaz de humillarse o matarse así mismo, en la carne. Capas de reconocer y separar el cuerpo de lo más puro e intrínsico, entonces vuelve a la vida y alcanza el nivel de este escalón donde todo es bueno, donde todo es hermoso, positivo, caritativo, amable, amoroso, resplandeciente, donde el temor se a echo añico, donde dan ganas de conocer y aprender, donde la luz crece y se acepta, se avanza, no se cuestiona, sino que se pregunta, se pregunta por amor, se interesa pues se hace parte de todo aquello que nos rodea, se hace tan parte y se siente el ser tan comprometido que entiende el sentido de la existencia y busca más allá, por que siente que se expande, el ser se expande hacia más allá del sentimiento, más allá de todo, a otras dimensiones, a otros mundos, a otros lugares aquí y allá, fuera y adentro, en todas partes, sin dirección, sin motivo, sin espera. Aquí sobre este escalón, solo hay esperanza.
Así hoy pedí ayuda a aquellos mensajes de luz que tan bien me están haciendo en estos momentos de tantos cambios frecuenciales.
Me ayudan a intervenir en esos desordenes en la familia, y a por supuesto no perder la cabeza.
Consciencia en armonía con el cosmos para permanecer en la luz, cantando, observando, amando lo que me rodea con tal de no dejar espacio al pensamiento ocioso, o mal intencionado.
Consciencia del mismo pensamiento.
Consciencia y voluntad para llevarlo sobre la línea de la oscuridad.
Así es como e aprendido a reconocerla, como una especie de escalón que delimita la luz de la oscuridad. Cuando estamos bajo ese escalón, no hay nada más que problemas, y cuestionamiento, una angustia que no sabemos que es y tal vez ni siquiera sabemos que está ahí haciéndonos sentir tan mal. Esto, cuando no sabemos siquiera que está ahí, y tratamos de ignorar esta angustia, es aun peor, ya que no luchamos por nuestra vida.
Si es un buen ser, con buenas herramientas, y capaz de humillarse o matarse así mismo, en la carne. Capas de reconocer y separar el cuerpo de lo más puro e intrínsico, entonces vuelve a la vida y alcanza el nivel de este escalón donde todo es bueno, donde todo es hermoso, positivo, caritativo, amable, amoroso, resplandeciente, donde el temor se a echo añico, donde dan ganas de conocer y aprender, donde la luz crece y se acepta, se avanza, no se cuestiona, sino que se pregunta, se pregunta por amor, se interesa pues se hace parte de todo aquello que nos rodea, se hace tan parte y se siente el ser tan comprometido que entiende el sentido de la existencia y busca más allá, por que siente que se expande, el ser se expande hacia más allá del sentimiento, más allá de todo, a otras dimensiones, a otros mundos, a otros lugares aquí y allá, fuera y adentro, en todas partes, sin dirección, sin motivo, sin espera. Aquí sobre este escalón, solo hay esperanza.
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