miércoles, 23 de septiembre de 2009

Solo escribo

Vamos a correr imaginando que el tiempo no existe, tocando con la punta de los pies el pasto verde, hacia la eternidad, la luz tocando el rostro, los codos sobre los hombros agarrados por aves, por la espalda una carga se escapa, sintiendonos muy livianos, muy pero muy livianos, casi queriendo llorar y reir al mismo tiempo dejamos de tocar piso, profundizamos a tal punto que las nubes se hacen a un lado como la piedra que entra en el agua, el crujir de una hoja muy seca, la flor que abre sus petalos en la madrugada con el primer destello de claridad.

Intensidad creada por el glorioso todopoderoso, perfecta es la sintonía que crea a nuestro alrededor, compasión que nunca acaba, que sobrepasa las fronteras, a travéz de acantilados, las rocas más firmes no son una base tan solida como su precensia. Incondicional, para siempre y desde siempre, fundamentado no en la razón, ni en las palabras, ni en las vivencias, ni nada de este mundo, esto que siento no es de acá, no es visible, solo cada quién lo puede sentir, y puede avanzar en su compañía. Quien sabe por cuanto tiempo, hasta cuando, no es claro, nada es claro aquí o allí. La carne se descompone, las filosofías quedan en historia, las grandes obras son solo de él, poderoso, superpoderoso, todopoderoso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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