Meditación

Temo al señor, por eso muchas veces avanzo. Por que el temor a no hacer el bien me llevará a la iluminación, lo sé, así a sido y así será. Se viene venir.
Todo se ha transformado, y se sigue transformando, el cambiar se torna normal, pero su intensidad es todo lo contrario.

Aparecen formas, nuevas texturas, colores, percepciones de lo que nos rodea.
Aparecen buenos momentos, desconocidos, imparable tiempo que trae consigo un mar de energías, valores, cosmos entero, quién sabe lo que incorporo cada segundo.

Amor que nos lleva a reir.
Hoy sobre el monte pude comprender una teoría propia sobre la tendencia de la energía a ser más pequeña cada vez.

Claro...
Así como el sol va disminuyendo en intensidad, también nuestras emociones.

Aquí vamos, esta teoría avanza y deriva a la comprensión del medio natural, específicamente seres vivos.
Observamos que los mamíferos por ejemplo un perro, reacciona con una serie de movimientos cuando se siente atacado. Se dice que el perro no tiene consciencia como nosotros, que avanza por instinto.
¿Y como funciona este instinto?
Toda energía trata de volver a la calma. Frente a la sensación de hambre, el perro ve que aumenta la frecuencia más rápido, en su organismo, debilitándose así sus órganos, y parte funcional. Por tanto procede a buscar el alimento, siempre buscando la calma, la quietud, el apaciguar de su ser.
Así mismo nosotros, cuando logramos sensibilizar y escuchar lo que pide nuestro entorno, nuestro organismo, y toda la energía de esta y otras dimensiones.

Es así... mucha gente no se da cuenta, pero cuando actuamos en forma errónea no es nada más que por no poder combatir el temor de avanzar y llevar a cavo nuestras ideas, o decisiones.
Yo lo veo así…
Cuando uno toma una decisión, lo piensa y lo hace…
Así debería ser…
Pero no siempre ocurre de esta forma, de echo la mayoría de las veces quedamos dibagando en los pensamientos y preguntandonos, si es que podemos hacerlo….
Muchas veces simplemente no hacemos lo que hemos pensado hacer, solo por flojera....

Rayos, es claro que la flojera no es nada más que tenerle temor a hacer funcionar nuestro cuerpo. Temor a creer que el estar quieto es más positivo.
¿Cómo se desfigura la realidad de esa forma?
Creer que estar quieto nos llevará tal vez a ser más felices, creer que pensar, ganar al resto en capacidad o ser más fuerte nos hará más grato, creer todo esto, justamente la equivocación.

Todos estos son pensamientos vanos, que no nos conducirán en ninguna forma a la realización.

Para crecer de verdad debemos creer solo una única verdad. Esa verdad que no va por tener una vocecita en la cabeza. Es una verdad que actúa ahora, y por inspiración divina.
Aquella inspiración que viene del más alto. Solo sucede, no sabemos cómo, por qué, de dónde, cuándo. No podemos registrar ese actuar, pues no fue nuestro.
… Fluye a través de nosotros pero no es nuestro… No somos más que puentes… canales de transmisión de lo que al Todopoderoso le agrada...

Así es como lo explicaba hace un tiempo….

Cuando me dejo abrasar por Dios yo no decido…

Somos títeres del único bueno, solo si queremos.

Y así somos Dios, y Dios es nosotros.
Nunca hemos sido otra cosa, sino que Él lo es todo, y somos parte de Él. No somos más que parte de esta inmensa grandeza.
Somos siervos de Dios cuando aceptamos esto... Si no lo aceptamos, vamos en contra, o más que en contra, damos lo menos que tenemos, y crecemos para la oscuridad, y no para lo más bello, crecemos para perecer y acabar, y no pasear por, hacia la eternidad.
Eso si, somos parte de Él lo queramos o no.

Solo si queremos alcanzamos la paz, que es aceptación, es grandeza, es amor, como algodón, nubes, la nada… el todo…

Se ha ido todo miedo… se ha ido todo trauma… ahora es pureza, ahora es buenaventura… gracia infinita… vida eterna… real comprensión… Fe… amor… comprensión… paz… luz.